Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva
Si algún día necesitas generar cambios importantes en tu vida personal y profesional será el momento de conocer a uno de los grandes inspiradores de este siglo: Stephen R. Covey (Salt Lake City, 1932 – Idaho, 2012).
En 1989 publicó uno de los libros más reconocidos sobre liderazgo: "Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva"
La proactividad se refiere a que ante cada estímulo del entorno tenemos la posibilidad de decidir la respuesta que queremos dar, esto quiere decir que no somos esclavos de las acciones que sobre nosotros se efectúan, sino libres ejecutores de nuestra conducta.
Lo importante es que la decisión es nuestra, que somos los responsables de nuestra conducta.
Ser proactivo es tener iniciativa, hacer que las cosas ocurran y no esperar pasivamente a que sucedan.
Este hábito consiste en que nuestra conducta no la debe regir el capricho ni el azar, debemos tener objetivos precisos a los cuales acercarnos: Un título universitario, comprar una casa o un coche, mantener una relación armoniosa con nuestros familiares y compañeros de trabajo. Cada vez que tomemos una decisión importante debemos decidir si ésta nos acerca o nos aleja de nuestros objetivos.
El desarrollo de este hábito se centra en una idea del sabio alemán Goethe: " Lo que importa más, nunca debe estar a merced de lo que importa menos". Consiste en distribuir nuestro tiempo sobre la base de prioridades: Stephen Covey describe un método de organizar el tiempo sobre la base de cuatro cuadrantes en los cuales coloca las actividades: urgentes, no urgentes, importantes y no importantes.
Este hábito indica que nuestras interacciones con otros seres humanos siempre deben ser de mutuo beneficio, que no existe otra opción. Nuestra relación con un cliente debe ser ganar-ganar, si yo gano y mi cliente pierde, pierdo al cliente. No existe otra opción, aunque a corto plazo otros tipos de relaciones resulten en ganancias inmediatas, a largo plazo vemos que son ineficaces y perjudiciales para ambas partes.
Este hábito trata de ponerse primero en el lugar del otro, de ver las cosas desde su punto de vista. Se basa en el refrán popular de " Todo es del color del cristal con que se mire". Es quizás el más difícil de practicar, casi siempre pasamos más tiempo hablando que escuchando y creemos que las cosas sólo pueden ser de la manera en que nosotros las vemos.
Algunas metas las podemos lograr solos, pero las empresas grandes sólo las podemos lograr con trabajo en equipo. Proyectos como la llegada del hombre a la Luna o la fabricación de la Bomba Atómica son el resultado del trabajo sinérgico.
Este hábito se ilustra con la historia de un leñador que se encuentra tan inmerso en su trabajo de derribar árboles que olvida que dedicar unos minutos a afilar su sierra le haría ahorrar muchas horas de esfuerzo. Aplicado a nuestra vida “afilar la sierra” se refiere a dedicar un breve espacio de nuestra vida a mejorar nuestras condiciones físicas e intelectuales mediante el ejercicio físico y el estudio.
En el año 2004 Stephen R. Covey quiso cerrar el círculo sobre su concepto de liderazgo eficaz, publicando el 8º Hábito (De la efectividad a la grandeza).
El octavo hábito supone escuchar nuestra propia “voz interna” y enseñar a los demás a identificar la suya propia. Se trata de enseñar a los demás el arte de sacar provecho a lo que es propio de cada individuo; de modo que cada persona se vuelva indispensable en la organización en virtud de sus capacidades irrepetibles.