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Las Fases del aprendizaje

El líder va en bicicleta

El aprendizaje es el proceso mediante el cual se adquiere una determinada habilidad, se asimila una información o se adopta una nueva estrategia de conocimiento y acción.

Es, por tanto, un proceso dinámico que consta de cuatro fases o etapas:

Fase I: Inconscientemente Incompetente ("No sé que no sé")

En esta fase no somos conscientes de nuestras limitaciones y/o ignorancia y podemos ser tremendamente audaces cuando afrontamos situaciones o tomamos decisiones para resolver problemas. ¿Cuando nos damos cuenta de nuestra incapacidad? Precisamente cuando tenemos una experiencia negativa o cometemos errores significativos en sus consecuencias. En ese momento se produce un salto cualitativo de gran importancia en nuestro desarrollo personal, y pasamos a la siguiente fase. (Desde esta perspectiva debemos entender que el error forma parte del proceso de aprendizaje y, por tanto, no verlo siempre como algo negativo).

Fase II: Conscientemente Incompetente ("Sé que no sé")

Ahora estamos dispuestos a aprender. Estamos motivados para adquirir nuevos conocimientos o desarrollar habilidades que nos permitan alcanzar nuestros objetivos en cualquier ámbito.

Desde el inicio de esta fase es importante avanzar mediante el desarrollo de procesos de mejora continua, dando por supuesto que siempre tendremos margen para evolucionar.

Fase III: Conscientemente Competente ("Sé que sé")

Cuando empezamos a interiorizar nuevos conocimientos y a desarrollar nuevas habilidades aparece un cierto nivel de inseguridad en el proceso que desarrollamos y sobre los resultados que queremos obtener, tenemos que racionalizar comportamientos (pensar lo que vamos a decir o hacer antes de decirlo o hacerlo). A medida que vamos cogiendo práctica de uso, esa inseguridad desaparece y empezamos a alcanzar nuestros objetivos de manera más fácil y gratificante.

Fase IV: Inconscientemente Competente "("No sé que sé")

Es la etapa donde conseguimos ser más eficientes. Empezamos a desarrollar hábitos de actuación que nos permiten reaccionar de manera natural y espontánea. Ya no tenemos que pensar lo que hay que hacer para hacerlo, surge en forma de automatismo.

Cuando nos situamos en la Fase IV alcanzamos nuestra zona de confort y mientras las condiciones y el contexto de actuación permanezcan sin variación, todo funciona correctamente. Sin embargo, el entorno actual es dinámico y los procesos de cambio son cada vez más rápidos: los conocimientos adquiridos y los hábitos desarrollados que nos han situado en Fase IV se vuelven obsoletos en periodos de tiempo cada vez más breves: se hace necesario desaprender para volver a aprender (tenemos que saltar de la Fase IV a la Fase II, incorporar nuevos conocimientos y habilidades para volver a construir una nueva zona de confort (Fase IV) que nos permita crecer y empezar a ser diferentes en contextos diferentes.

El líder va en bicicleta

Cuando contemplamos los procesos de cambio como un peligro, como una imposición o, simplemente, no somos consciente de la necesidad de cambiar (resistencia al cambio), de forma automática nos situamos en Fase I: se produce un decrecimiento personal que nos llevará a perder oportunidades y competitividad.

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